UN CUENTO Autora Lila Layers
EL POEMA
Desde el tronco de un árbol, una ardilla lloraba y lloraba, nadie sabía por qué. Sólo se veía su
cabeza y sus lágrimas rodaban al suelo sin cesar.
El mono que se encontraba cerca
corrió a preguntarle, porqué lloraba tanto, iba a despertar a todos los
animales que dormían. Pasó el conejo por ese mismo lugar, se detuvo para saber por qué tanta tristeza.
La ardilla no podía hablar, una vez más
calmada abrió los ojos, se
limpio las lagrimas, respiró profundo, miró al pie del árbol que la cobijaba y
no solo estaba el conejo y el mono, sino muchos animalitos más que habían
venido por su llanto, hasta
un anfibio la rana abandonó
el pantano en compañía del
sapo dejando de croar, por
venir a la novedad, un reptil la culebra , fuera de todos los demás animales
como el león, el tigre, el leopardo, el puma, todos los felinos, los canes etc.
Allí alrededor del árbol muy atentos la miraban esperando les contara por
qué lloraba.
Entonces la ardilla nuevamente se
limpio sus ojos que aún le lagrimeaban y empezó diciendo;
Lloro porque la brisa me entrego un poema y
al recibirlo vino el puelche y me lo arrebató.
La brisa me manifestó que era mi poema, solo mío y que tenía
sólo tres palabras, y era
el más lindo de todo el mundo. Terminó
diciendo esto y siguió llorando más fuerte.
Los animalitos la escucharon atentamente.
Preguntándose que poema puede ser, se miraron unos con otros, luego la marmota
exclamó.
Nosotros te ayudaremos a buscarlo, la ardilla seguía
llorando desesperada por
encontrar su poema, en eso
llegó la brisa y les comunicó
a todos.
Yo guardé ese poema a la ardilla para que algún día cuando ya fuera mayor entregárselo
y ella lo guardara, es el poema mas hermoso del mundo que todos debiéramos tener, y solo
cuenta de tres palabras. Pero. ¿Quién lo tiene? Preguntó el mono.
La ardilla respondió: El puelche que bajó
de la cordillera, me lo
arrebató, sin alcanzar a leerlo.
Entonces la brisa levantó la voz manifestando: Vamos en busca del puelche. Y junto a ella salieron todos los
animalitos corriendo en busca del puelche.
Cansados ya de tanto correr encontraron al
puelche. Todos le preguntaron por el poema de la ardilla, único en el mundo que solo contaba con tres
palabras. El puelche respondió: Si lo tuviera te lo devolvería, pero me lo quitó una ráfaga que pasó por mi lado y no me di cuenta
se lo llevó.
Desalentados siguieron a la brisa que los llevaría
hasta la ráfaga. Después de
una larga caminata se encontraron con la ráfaga, nuevamente todos le
preguntaron por el poema de
la ardilla. Esta les respondió: Yo se lo entregaría pero no
lo tengo, me lo arrebató el
ciclón, ya no podían más,
pero igual siguieron a la brisa en busca del ciclón, hasta que se encontraron
con El. Muy cansados, con
la esperanza que tendría que tenerlo. Hicieron
la misma pregunta, queremos
el poema de la ardilla que tu tienes ciclón. La respuesta fue nuevamente
negativa. No lo tengo. Me lo arrebato el huracán. ¡Huracán!... Repitieron
todos. La brisa les manifestó:
Yo sé que este gran viento tiene que pasar por aquí, aquí lo esperaremos, transcurrió un largo rato, lo que les sirvió para descansar, sin
darse cuenta se durmieron sintiendo la suave caricia de la brisa, pasó mucho
tiempo, hasta que un ruido ensordecedor los despertó.
Un torbellino rosó sus cuerpos y
vino el huracán con mucha fuerza arrancando arboles, arrastrando palos hojas,
todo lo que encontró a su paso, molesto
con la brisa.
Esta la brisa se fue al centro del
huracán, que con su ojo el ojo del huracán la quería dominar, pero el centro era totalmente calmado, Ella le
pidió el poema de la
ardilla, con su ojo de
huracán la miró formando un
torbellino. Luego
dijo muy fuerte. ¡Yo lo tengo, es mío!
Los animalitos todos muy aferrados al
suelo para no ser arrastrado por la fuerza de este terrible viento capaz de
arrancar arboles, y crear grandes tormentas.
Entones la brisa llamó. Al puelche, al ciclón a las ráfagas a
los tornados, a los truenos, Todos vinieron
y lucharon con el huracán el viento más temible de todos los vientos, todo el
bosque tembló, hasta los cielos temblaron con el ruido de los truenos, la tierra se levanto por los aires, los animales aterrados
adheridos al suelo, hasta que obtuvieron el poema.
Entonces el huracán ya muy calmado, con mucha tristeza les gritó: ¡También
es mío! Una nube que estaba cerca fue arrastrada por el huracán y llovió
torrencialmente, eran las
lágrimas del huracán.
La brisa y los animales regresaron
felices porque la ardilla no lloraría más. Habían recuperado su poema.
El mono gritó muy fuerte que lo lea,
queremos conocer el poema más hermoso del mundo con tres palabras.
Entonces la ardilla tomo el pergamino muy pequeño
lo desdoblo y les
manifestó. Voy a compartir con ustedes mi poema, porque son mis amigos que me
ayudaron a recuperarlo:
Empezó a leerlo y todos
lo escucharon emocionados muy emocionados.
Regresaron a su morada repitiendo el poema más
hermoso del mundo, de solo tres palabras:
“Te amo
mamá”.
Concepción abril 2013
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