viernes, 24 de octubre de 2014

Cuento en el dia de la madre

UN  CUENTO   Autora  Lila Layers

EL  POEMA

Desde el tronco de un árbol, una ardilla  lloraba y lloraba,   nadie sabía por qué. Sólo se veía su cabeza y sus lágrimas rodaban al suelo sin cesar.
 El mono que se encontraba cerca corrió a preguntarle, porqué lloraba tanto, iba a despertar a todos los animales que dormían. Pasó el conejo por ese mismo lugar, se detuvo  para saber por qué tanta tristeza.
 La ardilla  no podía hablar, una vez más calmada  abrió los ojos, se limpio las lagrimas, respiró profundo, miró al pie del árbol que la cobijaba y no solo estaba el conejo y el mono, sino muchos animalitos más que habían venido por su llanto,  hasta un anfibio la rana  abandonó el pantano  en compañía del sapo  dejando de croar, por venir a la novedad, un reptil la culebra , fuera de todos los demás animales como el león, el tigre, el leopardo, el puma, todos los felinos, los canes etc.

 Allí alrededor del árbol   muy atentos  la miraban esperando les contara por qué lloraba.
Entonces la ardilla nuevamente se limpio  sus ojos que  aún  le  lagrimeaban y empezó diciendo;
 Lloro  porque la brisa me entrego un poema y al recibirlo vino el puelche y me lo arrebató.
 La brisa me manifestó  que era mi poema, solo mío y que tenía sólo tres palabras,  y era el más lindo de todo el mundo.  Terminó diciendo esto y siguió llorando más fuerte.
Los animalitos  la escucharon atentamente. Preguntándose que poema puede ser, se miraron  unos con otros, luego la marmota exclamó.
 Nosotros te ayudaremos  a buscarlo, la ardilla seguía llorando  desesperada por encontrar su poema,  en eso llegó  la brisa y les comunicó a todos.
 Yo  guardé  ese poema a la ardilla  para que algún  día cuando ya fuera mayor entregárselo y ella lo guardara, es el poema mas hermoso del mundo  que todos debiéramos tener, y solo cuenta de tres palabras.  Pero.  ¿Quién lo tiene? Preguntó el mono.
La ardilla respondió: El puelche que bajó de la cordillera,  me lo arrebató, sin alcanzar a leerlo.
 Entonces la brisa levantó  la voz manifestando: Vamos  en busca del puelche.  Y junto a ella salieron todos los animalitos corriendo en busca del puelche.
Cansados  ya de tanto correr encontraron al puelche. Todos le preguntaron por el poema de la ardilla, único  en el mundo que solo contaba con tres palabras. El puelche respondió: Si lo tuviera te lo devolvería, pero  me lo quitó una ráfaga  que pasó por mi lado y no me di cuenta se lo llevó.
  Desalentados  siguieron a la brisa que los llevaría hasta la ráfaga.  Después de una larga caminata se encontraron con la ráfaga, nuevamente todos le preguntaron  por el poema de la ardilla.  Esta les  respondió: Yo se lo entregaría pero no lo tengo, me lo arrebató  el ciclón,  ya no podían más, pero igual siguieron a la brisa en busca del ciclón, hasta que se encontraron con El. Muy cansados,  con la esperanza que tendría que tenerlo.  Hicieron la misma pregunta,  queremos el poema de la ardilla que tu tienes ciclón. La respuesta fue nuevamente negativa. No lo tengo. Me lo arrebato el huracán. ¡Huracán!... Repitieron todos.  La brisa les manifestó: Yo sé que este gran viento tiene que pasar por aquí,  aquí lo esperaremos,  transcurrió un largo rato,  lo que les sirvió para descansar, sin darse cuenta se durmieron sintiendo la suave caricia de la brisa, pasó mucho tiempo, hasta que un ruido ensordecedor los despertó.
 Un torbellino rosó sus cuerpos y vino el huracán con mucha fuerza arrancando arboles, arrastrando palos hojas, todo lo que encontró a su paso,  molesto con la brisa.
 Esta la brisa se fue al centro del huracán, que con su ojo el ojo del huracán  la quería  dominar, pero el centro  era totalmente calmado, Ella le pidió  el poema de la ardilla,  con su ojo de huracán la miró  formando un torbellino.   Luego dijo muy fuerte. ¡Yo lo tengo, es mío!
Los animalitos todos muy aferrados al suelo para no ser arrastrado por la fuerza de este terrible viento capaz de arrancar arboles, y crear grandes tormentas.
 Entones la brisa llamó.  Al puelche, al ciclón a las ráfagas a los tornados, a los truenos, Todos  vinieron y lucharon con el huracán el viento más temible de todos los vientos, todo el bosque tembló, hasta los cielos temblaron con el ruido de los truenos,  la tierra se levanto  por los aires, los animales aterrados adheridos al suelo, hasta que obtuvieron el poema.
Entonces  el huracán ya muy calmado,  con mucha tristeza les gritó: ¡También es mío! Una nube que estaba cerca fue arrastrada por el huracán y llovió torrencialmente,  eran las lágrimas del huracán.
 La brisa y los animales regresaron felices porque la ardilla no lloraría más.  Habían recuperado su poema.
El mono gritó muy fuerte que lo lea, queremos conocer el poema más hermoso del mundo con tres palabras.
Entonces  la ardilla tomo el pergamino muy pequeño lo desdoblo y  les manifestó. Voy a compartir con ustedes mi poema, porque son mis amigos que me ayudaron  a recuperarlo: Empezó  a leerlo y todos lo  escucharon  emocionados  muy  emocionados.
 Regresaron a  su morada repitiendo el poema más hermoso del mundo, de solo tres palabras:

 “Te  amo mamá”.          



     Concepción abril 2013

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